martes, 15 de junio de 2010

ORUGA DE PLATA

Tenía razón la Myriam. Los chocopandas están desapareciendo del mercado. Al menos en las micros, igual es loco, antes la llevaban. Cuando yo era chico era el helado que más se vendía, estoy casi seguro. Han cambiado los tiempos, se nos va la vida como decía el Gato en Hijos de la Tierra.

Me acuerdo clarito, aunque de las fechas ni idea. Fue una noche de verano, pongámosle enero. Yo tendría unos siete años, algo así. ¿Te pasa también que no te acordáis bien de los tiempos de cuando erai chico? Obvio, debe ser un síndrome universal. La cosa es que el recuerdo está súper intacto.

Yo vivía en Cerrillos, cerca de la FISA. Me acuerdo que en ese tiempo todavía quedaban algunos postes con ampolletas blancas. Siempre me pregunté por qué la ciudad cambió el color de su iluminación. Ahora somos naranjos, cada vez más rojizos que antes.

¿Qué te estaba contado? Ah, sí. Yo era chico y nos subimos a la micro. En ese tiempo las micros eran amarillas y estaban bien adornadas. Incluso habían con luces de colores, motivos religiosos y fotos de la familia del micrero. Era toda una exposición subirse a una micro. Ahora, ya tú sabes.

Sí po, iba yo con mi mamá. Nos subimos a la micro y parece que yo no pagaba pasaje. Claro, ahora me acuerdo, menores de siete años no pagábamos decía un sticker en el vidrio, que iba detrás del conductor con una cortina burdeo. Ahora se me va armando la película más clara. El motor de la micro sonaba caleta, era evidente cómo el chofer aceleraba hasta pasar el cambio. Incluso se podía sentir el tirón del bus con los cambios de velocidad.
Para mí era toda una rareza andar de micro en la noche, siempre “después de las 9” ha sido un espacio temporal medio auto prohibido en mi familia. O sea no es que seamos anti vida nocturna, pero en ese tiempo la cosa no estaba buena. Me acuerdo de las tardes tomando once con las visitas que comentaban lo que habían visto, los tirones de aros en la Estación Central o los últimos crímenes que desfilaban por las noticias.

Disculpa, sé que soy un poco disperso. Vamos por Lo Errázuriz. En ese tiempo estaban como construyendo los blocs de departamentos que hay ahí. Sí, antes eso era un basural bien feo y hediondo. Ahora está bonito, tiene áreas verdes y juegos para los niños. Pero en el recuerdo vamos con mi mamá y las calles tienen más hoyos, la micro se tambalea y el chofer viaja al ritmo de la creciente onda sound. Junto a los tuyos, temporera, que allá lejos, temporera, un niño pequeño espera, su madre, la temporera, que vuelva pa´que le quiera...

Y viajamos hablando tonteras, no tengo tan buena memoria. Pero recuerdo la vista de una ciudad de noche, inexplorada, separada por un frágil vidrio sin limpiar acompañado de cortinas que flamean. Tras unos 40 minutos de viaje, llegamos a Jotabeche, al terminal de buses, por ahí cerca vivía mi tía. Se iniciaba una noche más de juegos, cartas y piscolas. Porque claro, en ese tiempo, cuando yo era más joven de lo que soy, se tomaba piscola. Nada de vodka ni esas cuestiones.

Parece que esa misma noche nos robaron la radio del auto, ¿o fue otra?. Mi tío, que no veo hace hartos años por esos problemas familiares que nadie conoce, me mostró cómo se encendía la luz de su taxi que decía LIBRE. Eso me acuerdo. Hasta ahí, por que viene la 506.

Señores pasajeros muy buenas tardes. De partida queremos agradecer la gentileza del operador de este bus, quien nos ha permitido gentilmente subirnos a este gran escenario. Estamos muy contentos de presentarnos ante ustedes, es nuestra primera visita a Chile.

Vamos a hacer un par de canciones con mi amigo Lucho. Saluda Lucho, ecole, perfecto. Y usted señora no se ría tanto que la tenemos ficha, sabemos donde vive. Póngale compare...

Eres un arco iris de múltiples colores, tú Valparaíso, puerto principal, tus mujeres son blancas margaritas, todas ellas arrancadas de tu mar...

Y ahora señores pasajeros haremos todo lo que es un interludio para que ustedes, por encargo de la importadora Vale Otro, puedan adquirir sus helados para la sé, para la calor con el socio de jockey blanco que recorrerá la Quinta Orugara. Nosotros volvemos con más música en un instante.

Mira Lucho, fíjate que el compadre que viene con los helados ni va a decir chocopanda. Es pura verdad lo que te digo.

¿Viste? Tenía razón la Myriam, los choco van en decadencia, todo por culpa del mora crema.

Señores pasajeros, finalizamos el interludio para seguir acompañándolos con este show musical que construimos entre todos. Les pedimos que no nos aplaudan tanto, pues eso puede inflarnos el ego de un modo descomunal. Con mi amigo el Lucho llevamos un par de días en el país y estamos muy contentos con este recibimiento. Vamos a despedirnos con una canción que dice más o menos así...

Quien podrá quererte como yo te quiero amor, quien pregunto, quien podrá quererte como yo, siempre lo decías y me atabas a tu piel, con ramos de besos y escuchábamos caer, sobre los techos de zinc, lluvias de otoño en abril, tengo esa nostalgia de domingo por llover, de guitarra rota, de oxidado carrusel, ay, Alelí, pobre de mí...

¡Oruga, oruga, oruga!. Y porque ustedes lo han pedido hay oruga de plata para los alternofónicos. Uy qué emoción, muchas gracias Don Toño. Sólo queremos decirles muchísimas gracias por su premio, lo llevamos en el corazón y lo pondremos en nuestro living comedor. Nos vamos con la oruga de plata a Europa, el viejo continente, la madre patria, la residencia del Papa.

Pero como ustedes sabrán nos robaron las maletas en lo que es la zona internacional del aeropuerto de Bogotá y les queremos pedir una pequeña colaboración al público asistente a este magno escenario. Por eso pasaremos firmando autógrafos, fotografiándonos con los fans, dedicando discos y aceptando lo que sea su cariño. De antemano muchísimas gracias y que tengan un buen viaje.

Ya Lucho tú te vai pa´atrás y yo parto desde el chofer, no se te olvide eso sí ir bien hasta atrás, hasta la gente que va en las pisaderas nos puede dar una monea.

Ya, sí, pero espérate un resto. Ahora me acordé clarito ¿Te acordáis de lo que estaba contando de la micro en la noche cuando yo era chico? Ya, bacán, porque lo que te quería decir es que esa vez vi a una señora con un corte de pelo a lo poodle, igualita a la que va sentada detrás tuyo.

Santo Patrono
Nicolás Rojas Inostroza

No hay comentarios:

Publicar un comentario